MARTES, 27 de octubre de 2020 — Cuando los adultos con síndrome de Down contraen la COVID-19, su riesgo de fallecer es mucho más alto de lo normal, encuentra un nuevo estudio de gran tamaño.
Los investigadores encontraron que de más de 8 millones de adultos británicos, los que sufrían de síndrome de Down tenían cuatro veces más probabilidades de ser hospitalizados con la COVID-19, y 10 veces más probabilidades de fallecer debido a la infección.
Ahora mismo, las personas con síndrome de Down no se incluyen en la lista de grupos de “alto riesgo” de una COVID-19 grave. Pero los expertos dijeron que los nuevos hallazgos muestran que deberían incluirse.
El síndrome de Down es un trastorno genético en que las personas portan una tercera copia del cromosoma 21, en lugar de solo dos. En general provoca retrasos en el desarrollo, y grados variados de discapacidad intelectual. Las personas con el trastorno también son vulnerables a ciertos problemas médicos, entre ellos la enfermedad cardiaca congénita y la apnea de sueño, un trastorno de la respiración.
En este estudio, esas afecciones explicaron parte del exceso de riesgo entre los adultos con síndrome de Down, pero no su totalidad.
Los investigadores sospechan que unas diferencias en la función del sistema inmunitario podrían tener un rol crítico.
“En las personas con síndrome de Down, el sistema inmunitario reacciona de forma exagerada”, señaló Joaquín Espinosa, director ejecutivo del Instituto Linda Crnic de Síndrome de Down del Campus Médico de Anschutz de la Universidad de Colorado.
Con frecuencia, esto se manifiesta en afecciones autoinmunes, como la enfermedad tiroidea autoinmune, la enfermedad celíaca y la diabetes tipo 1. Pero, de forma más amplia, las personas con síndrome de Down tienen una “desregulación” del sistema inmunitario, explicó Espinosa, que no participó en el estudio.
En muchos casos de COVID-19 graves, anotó, se cree que una reacción inmunitaria demasiado agresiva (llamada tormenta de citoquinas) al final daña a los órganos del cuerpo. Y, en teoría, las personas con síndrome de Down serían más vulnerables a la afección.
En Mayo, Espinosa fue autor de un comentario que se publicó en la revista Cell Reports Medicine, en que planteaba que el síndrome de Down se debería considerar un factor de riesgo de una COVID-19 grave.
Afirmó que estos hallazgos recientes ofrecen los números concretos para respaldar a ese argumento.
El estudio, que se publicó en la edición en línea del 21 de octubre de la revista Annals of Internal Medicine, fue dirigido por la Dra. Julia Hippisley-Cox, de la Universidad de Oxford, en Reino Unido. Su equipo utilizó una base de datos de atención primaria con información sobre millones de pacientes, lo que les permitió vincular los resultados de las pruebas del SARS-CoV-2 con los expedientes de hospitalización y los certificados de defunción.
De más de 8 millones de pacientes adultos de atención primaria, 4,053 tenían síndrome de Down. Apenas un pequeño porcentaje del total de pacientes tuvieron un resultado positivo del SARS-CoV-2 durante el periodo del estudio.
Pero entre las personas que fallecieron en ese periodo, la COVID-19 fue una causa común, sobre todo entre las que tenían síndrome de Down. En total, 68 personas con la afección fallecieron, y un 40 por ciento de esas muertes se atribuyeron a la COVID-19.
Entre las personas sin síndrome de Down, hubo 41,685 muertes, y el 20 por ciento se atribuyeron a la COVID-19, encontró el estudio.
Los adultos con síndrome de Down con frecuencia viven en residencias grupales, lo que podría aumentar sus probabilidades de exposición al coronavirus. Pero el tipo de vivienda, junto con otras afecciones médicas, solo explicaron parte de los riesgos más altos por la COVID-19 que se observaron en el estudio.
Hippisley-Cox se mostró de acuerdo en que la disfunción del sistema inmunitario podría ser una explicación.
“Las personas más jóvenes con síndrome de Down tienen una predisposición a las infecciones virales en el tracto respiratorio, las neumonías y al síndrome de dificultad respiratoria aguda”, aseguró. “Podría haber algunos mecanismos compartidos en esto que se deben investigar más de cerca”.
Como el estudio solo incluyó a adultos, no está claro si los niños con síndrome de Down se enfrentan a un mayor riesgo de una COVID-19 grave, en relación con los demás niños.
“En general, parece que los riesgos de los niños por la COVID-19 podrían ser más bajos [en comparación con los adultos]”, dijo Hippisley-Cox. “Pero habría que examinar con mucho cuidado los riesgos exactos de los niños con síndrome de Down”.
Espinosa observó que las personas con síndrome de Down y sus familias deben ser cuidadosas respecto a la prevención, lo que incluye seguir las directrices del distanciamiento social y el uso de las máscaras. Y si tienen una prueba positiva de la infección, deben ser monitorizados con cuidado, y se les debe llevar al hospital si desarrollan problemas para respirar, añadió.
Más información
La Global Down Syndrome Foundation ofrece más información sobre el síndrome de Down y la COVID-19.
Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com
© Derechos de autor 2020, HealthDay
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